Leemos un interesante artículo de Cintia Perazo en el periódico argentino La Nación, sobre las dificultades que están ralentizando la implantación de la llamada “oficina sin papeles”.
El artículo apunta acertadamente que: “[aunque] hace años que se habla de la oficina del mañana […] con una existencia cero de papel […] se sigue imprimiendo en grandes cantidades”.
Se destaca una vez más los grandes beneficios de la implantación de soluciones documentales digitales para el tratamiento de la información: “entre los principales beneficios los expertos destacan la disminución de costos, mejora de la productividad, optimización de recursos, incremento de los ingresos para la compañía, sustentabilidad (reducción del impacto ecológico), trazabilidad de la información y seguridad”.
No obstante estos beneficios, los sistemas de gestión documental y digitalización de la información no han sido ampliamente implantados, sobretodo a nivel de la PYME: “las grandes empresas han entendido el valor que genera [un sistema eficaz de gestión documental]; sin embargo hay compañías que aún no pueden avanzar tan rápido como quisieran debido a que no han podido incluirlo dentro de su presupuesto”.
Al indudablemente importante hecho económico, hay que añadir un importante factor “cultural”: “es difícil ir contra la cultura y costumbres de los consumidores […] debe existir un compromiso real de la organización en este tipo de iniciativas que se materialicen en políticas [de] impulso de procesos de negocio automatizados”.
© 2024 
